Alberto Brito siempre ha vivido su vida con pasión. Como un decorador de pasteles, chef pastelero y coordinador de inglés en un colegio, ha prosperado en ambientes sociales y creativos. Le encantan los conciertos, festivales y mantenía una vida social activa. Pero en sus últimos años de juventud su vida tomo un turno inesperado que pondría a prueba su fuerza y resiliencia.
Primeras Señales
A los 17, Alberto experimentó su primer ataque de vértigo que no duró mucho, pero en 2012, todo cambió. Después de una gripe que terminó en una infección de oído, notó una perdida auditiva en su oído izquierdo cuando estaba escuchando música. Los doctores le aseguraron que volvería su audición, pero, desarrolló la perdida auditiva permanentemente y tinnitus. Poco después, comenzaron más ataques de vértigo lo que lo llevó a buscar respuestas en internet. Aunque el sospechó que podría tratarse del Síndrome de Méniere, sus síntomas disminuyeron y desaparecieron y continuó su vida normal.
El Regreso del Mareo
A principios del 2022, los mareos de Alberto regresaron de manera esporádica al principio y con episodios que disminuían rápidamente en conciertos y salidas fuera de casa, más adelante en Agosto después de tomar varias tazas de café experimento otro ataque de mareo más prolongado que no disminuía. Le contó a su madre y vieron a un Otorrinolaringólogo local y le realizó una limpieza de oído. Aunque los medicamentos le brindaron un poco de alivio, sus mareos persistían impredeciblemente, durando desde segundos hasta a veces días.
Los doctores sugirieron problemas con el colesterol, pero sus exámenes de sangre eran normales. En Octubre del 2022, su mareo aumentó. Al voltear su cabeza a cualquier dirección lo hacia sentir que se iba a caer. Tuvo que estar completamente en cama y mudarse con su mamá. Buscando mejores respuestas viajó al Centro de Vértigo y Mareo en la Ciudad de México donde fue atendido por la doctora Omarliv Briseño, donde le dieron su primer diagnóstico que fue Hipofunción en el Oído Izquierdo. Su tratamiento incluía Rehabilitación Vestibular la cual realizó desde su casa. Para Diciembre, mejoró y para Enero del 2023 ya se sentía como antes.
Recaída y un Nuevo Diagnóstico
Por meses, Alberto disfrutó de su vida como antes, yendo a conciertos, discotecas, etc. Después en Julio del 2023 sus síntomas regresaron. Determinado viajó a la Ciudad de México para otro tratamiento. Pero su ansiedad lentamente aumentaba, haciendo que tuviera su primer ataque de pánico y llenándolo de temor sobre su futuro. Para Agosto, una nuevo diagnóstico emergió: Migraña Vestibular.
Su nuevo tratamiento ya no contaba con la Rehabilitación Vestibular, ahora, su doctora se enfatizó en hacer cambios en su forma de vida como caminatas de 40 minutos diarios, manejo del estrés y una dieta anti-migrañosa quitando cafeína, chocolate y nueces. Comenzó con medicamentos como el Verapamilo y Flunarizina, ejercicio y trabajar en calmar sus emociones. Aunque sus mareos se mantenían, se enfocó en tranquilizarse y en recobrar su confianza en sus movimientos.
Su Peor Ataque
El 30 de Septiembre del 2023 una visita rutinaria a su doctora detonó un nuevo ataque de vértigo breve. Más tarde ese día después de casi no haber comido en todo el día, experimentó un ataque de vértigo extremo en un restaurante, seguido por nausea, vómito y una peligrosa baja de presión. Cuando regresó a casa, comenzaron más ataques de vértigo diarios. El miedo aumentó y el moverse o caminar cada vez era más aterrante. La recuperación parecía cada vez más difícil y un huracán tocó tierra en su ciudad esos días quitándoles la electricidad y acceso a medicamentos haciendo lo que ya era una situación dura aún más difícil.
Un Nuevo Comienzo
Para Noviembre 2023 las cosas mejoraron y para Diciembre por fin encontró alivio. Su doctora recomendó seguir con actividades físicas como natación, caminata, etc. Y ajustes en su dieta, sospechando que la serotonina baja era un detonante. En Enero del 2024 hubo un pequeño cambio en los síntomas de Alberto que ahora incluían dolor de cabeza y de cuello, pero, ajustando la medicación cambiándola a Paroxetina encontró una gran mejora y desde ese momento ha estado libre del vértigo.
Hoy, Alberto continúa trabajando en el colegio y horneando pasteles. Aún atiende conciertos pero con apoyo de sus amigos a su lado. Aunque los mareos aún aparecen de vez en cuando, aprendió que el cuidado emocional era tan importante como el físico. Su hermana es su fuente más grande de motivación, y sus compañeros y jefes han hecho que su trabajo sea más manejable al entender la situación en días difíciles. Pequeños cambios en su vida como mantenerse hidratado y teniendo pequeños snacks a la mano, lo han ayudado también.
Encontrando Esperanza en la Comunidad
Viviendo en México, Alberto batalló para encontrar información y recursos sobre los problemas vestibulares. Aun así encontró a creadores de contenido en internet como The Dizzy Health Coach y Julia Side, quien en su contenido encontró esperanza. Viendo a otras personas como él viviendo su vida normal a pesar de sus problemas vestibulares le aseguró que la recuperación era posible.
Palabras de Aliento
“Se paciente. Es lo mas importante. Vas a mejorar pero toma tiempo y mucho trabajo. Enfócate en ti en lugar de en tus síntomas, y un mejor mañana vendrá”.
El viaje de Alberto es de perseverancia, aprendizaje y al final esperanza. Su historia es un testamento que aunque el mareo puede ser abrumador, la recuperación es posible con la mentalidad correcta, apoyo y cambios en tu estilo de vida.
Si deseas mantenerte informado sobre el viaje de Alberto, síguelo en Instagram: @albertobrito y en TikTok: @estanbrito.
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